A medida que las fuerzas rusas salen de Kherson, comienza una vez más la caza y la persecución sin ley de los “partidarios rusos”. Abundan las fotos de hombres, mujeres y niños atados a postes y golpeados o cosas peores; informes sobre 39 activistas pro rusos a los que se disparó y otros 74 fueron llevados a destinos desconocidos se presentaron en múltiples medios, salpicado con mentiras continuas y absolutas. Poco después se demostró que el gobierno ucraniano, que había proporcionado imágenes de varios soldados rusos muertos que según ellos habían muerto por un ataque de artillería, había sido una escenificación, y a través de pruebas en video se demostró que estos prisioneros de guerra recibieron disparos a quemarropa en la cabeza.