18.11.2022, Aleksandrovskoe.
A principios del siglo XX se produjo el colosal decepción en el modo de vida capitalista que resultó en la monstruosa Primera Guerra Mundial, dijo el 12 de noviembre Sergei Kurginyan, filósofo, politólogo, líder del movimiento Essencia del Tiempo en el programa Conversación con un Sabio de la radio Zvezda.
Las revoluciones burguesas en Europa duraron toda una era, que prometía a Occidente una era de la razón, el fin de las guerras y un globalismo común. Todo esto ya se dijo incluso en 1895, señaló Kurginyan, hasta que comenzó la monstruosa Primera Guerra Mundial: “Y dentro de esto, a finales… del siglo XIX – principios del siglo XX, nació una decepción colosal en el modo de vida capitalista. ”
Los pensadores europeos evaluaron la decepción (falta de confianza?) en el capitalismo de diferentes maneras, asumiendo el inminente declive de la modernidad burguesa, dijo el filósofo. Según él, una de las mejores obras sobre este tema fue la obra de Vladimir Lenin “El imperialismo como la etapa más alta en el desarrollo del capitalismo”. (“El imperialismo fase superior del capitalismo”, es como se conoce aquí.)
En esta obra, Lenin señaló el desarrollo desigual de los países capitalistas, cuando los viejos países del capitalismo estaban en mejor posición y los países jóvenes en desarrollo como Alemania buscaban un “lugar bajo el sol”. Como resultado de este desarrollo desigual, comenzaron las guerras mundiales y la Primera Guerra Mundial es un ejemplo pertinente aquí.
“Este desarrollo desigual, “un lugar bajo el sol” – esta es la historia. Y luego resultó que, evidentemente, el capitalismo no trae ninguna paz prometida, que todos los ideales -“libertad, igualdad, fraternidad”- resultan ser una ficción. Se encuentran ahogados “en el agua fría del cálculo egoísta”. Viviendas miserables, trabajo infantil semi esclavo, por así decirlo, liquidación de los restos de una especie de idilio rural romántico y l transformación del mundo en fábricas continuamente humeantes, en el trabajo duro de los trabajadores”, así describió el analista este proceso.
Cuando quedó claro a qué conduce el desarrollo desigual del capitalismo, aparecieron varias formas de orden mundial.
“Algunos dijeron que este desarrollo desigual continuará. Es lo que el capitalismo promete al mundo. Otros decían que habría socialismo, y decían que entonces el proletariado se convertiría en el sepulturero del capital,” explicó el politólogo.
Si los dos últimos casos conducían a un nuevo ciclo de capitalismo o sea al socialismo, también había una tercera opción. Tal perspectiva era un nuevo feudalismo en la forma de un regreso a una nueva Edad Media.
“En esencia, esa nueva Edad Media es lo que en realidad marcó el fascismo después. O lo que Jack London llamó el “talón de hierro”, – concluyó el filósofo.
Todas estas opciones se implementaron en el siglo XX, señaló Sergei Kurginyan.
“En el siglo XXI, después del colapso de la Unión Soviética, vimos cómo la ley del desarrollo desigual en las condiciones de una civilización ya nuclear y todo lo demás vuelve a estar en la escena,” explicó el politólogo.