30/08/2022, Moscú
La rivalidad que está surgiendo en el Ártico es una aspiración de los países occidentales a entrar en la zona en la que Rusia lleva ventaja desde la época soviética, dijo el analista político Vladimir Dzharalla en un comentario a la agencia de noticias Rossa Primavera el 29 de agosto.
“La rivalidad emergente en el Ártico es, en primer lugar, una respuesta a la doctrina naval anunciada por el Presidente ruso Vladimir Putin en las celebraciones del Día de la Marina“, dijo Dzharalla. Añadió que el bloque de la OTAN pretende entrar en la zona del Ártico, en la que Rusia tenía hasta ahora una clara ventaja.
“Gracias a las exploraciones soviéticas del Ártico, así como a una serie de proyectos exitosos, Rusia ha logrado recuperar gran parte de lo perdido en la región“, dijo el experto. Según él, Rusia está ejecutando con éxito proyectos económicos, militares y de transporte en la región.
En Occidente, ven los esfuerzos de Moscú y tratan de frustrarlos planteando sus propios pasos. “Hasta ahora, el único éxito que han conseguido durante este tiempo ha sido destruir el último mecanismo de interacción, el Consejo Ártico“, señaló el politólogo. En su opinión, en ausencia de Rusia en el Consejo Ártico, la cooperación de todos los demás países ha dejado de ser rentable.
“En el Ártico se está desarrollando otra confrontación, que es muy costosa para sus participantes“, subrayó Dzharalla. Explicó que la rivalidad en el Ártico pone a prueba los recursos de los países, y para la Unión Europea, el Ártico sería una carga más. Al mismo tiempo, las capacidades de China y Rusia permiten aprovechar ciertas ventajas.
Cabe destacar que el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, hizo una declaración sobre el deseo de la OTAN de aumentar su presencia en el Ártico, dado que la presencia de China y Rusia en la región supone un reto para Occidente.
